He estado pensándolo mucho y he decidido reiniciar el blog.
La imagen que tenía de él no me convencía mucho, las entradas no definen lo que
siento y el blog en sí trasmite un aire de soledad y huele como una casa abandonada
que ha desistido a ser habitada.
De modo que voy a empezar de nuevo.
Voy a intentar abrirme más. Mejor dicho, voy a abrirme más.
No debo olvidarme de dejar ese intentar
fuera de la ecuación, porque es cuando
dudo de si soy capaz o no cuando la semilla del fracaso echa raíces.
El tono y el color iniciales del blog denotaban aburrimiento
y neutralidad más que formalidad, de modo que iré cambiándolos a medida que me
sienta o piense de manera distinta.
Por último, gracias a todos los que me habéis apoyado y me
habéis aconsejado hasta ahora. He conseguido ver las cosas de un modo distinto
cada vez, me habéis hecho cambiar cada vez que me sentía triste, y habéis
despertado en mí la sonrisa que creí perdida desde hace tiempo.
No he vuelto. He despertado de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario